Ayer devolvimos a su propietario este magnífico Ramón de Capmany que hemos tenido el placer de restaurar. La policromía estaba muy delicada debido a la sequedad que sufría y eso provocaba desprendimientos de la capa pictórica importantes. Además, como bien se puede observar comparando las imágenes, el barniz oxidado y la suciedad habían escondido y apagado todos los colores brillantes originales. Realizamos la limpieza con sumo cuidado y retiramos el barniz para descubrir todos los matices. En la siguiente imagen podéis observar paso a paso el cambio espectacular. Sigue leyendo