A estas alturas ya puedo decir que me resulta prácticamente imposible definir qué es arte y qué no. Llevaba tiempo pensando en publicar una entrada sobre este señor artistazo llamado Juan Francisco Casas y aprovechando que publica un libro con algunas de sus obras, me decido a hacerlo hoy. Lo descubrí hará un par o tres de años por casualidad y más o menos lo he ido siguiendo, curiosa. La peculiaridad que hace su obra única e impactante a los ojos de quien le descubre es que dibuja con boli bic.

Todos hemos garabateado en los márgenes de nuestros libros y apuntes durante clases interminables, pero de ahí a llegar al detalle con que lo hace él, es prácticamente imposible. A muchos les parece monotemático porque, mayormente, retrata a mujeres en actitudes desinhibidas, espontáneas y con una carga sexual bastante evidente. Trabaja a partir de imágenes que él mismo toma, de ahí su carácter fotográfico, directo y arrollador. Personalmente, me encanta el arte provocador, supongo que después de 8 años de mi vida estudiando ese arte académico, de proporciones perfectas y lleno de iconos y mensajes, acabas por tirar hacia lo que nadie te explicó nunca porque no necesita explicación.

Según él, practica en sus obras el hedonismo doméstico. Al fin y al cabo, las modelos que aparecen son amigas suyas y son ellas mismas las que deciden cómo ser retratadas. De todas las capturas, escoge una o varias para reproducirlas en sus dibujos. Desde que yo lo descubrí hasta hoy, se nota una evolución en su obra. Se puede decir que ha sexualizado las composiciones, se ha desatado y os digo una cosa: a mí me gusta más ahora si cabe.

Paro de escribir y os dejo con algunas imágenes -y con su web– por que, a veces, las palabras sobran.